Mediaset sigue apostando por la telebasura y la vulgaridad en su nueva etapa

Tras la salida de Paolo Vasile, Mediaset España otea un nuevo horizonte para revertir la grave situación en la que se encuentra el grupo: registra desde hace tiempo los datos de audiencia más bajos de toda su historia.

Bajo este panorama, la compañía ha llevado a cabo una restructuración más que notable con la entrada de su nuevo Presidente, con el nombramiento de nuevos responsables para algunas de las diferentes divisiones del grupo, como el de María Zambrano como directora de formatos Reality y Dating, entre otros.

Esta situación parecía la oportunidad perfecta para dejar atrás la era Vasile y dar pie a un nuevo tipo de contenidos, más adaptados al consumo actual y dejando atrás esas formas burdas y toscas de hacer televisión que habían, en muchos casos, caracterizado al grupo en estos últimos años; sin embargo, parece que nada más lejos de la realidad.

Mientras que Atresmedia apuesta por contenidos frescos, dinámicos y más acondicionados a la televisión actual, parece que los nuevos responsables consideran que la toxicidad y el circo mediático que ha sido Mediaset, especialmente Telecinco, en esta última etapa es lo ideal para retomar el liderazgo que durante tantos años han podido mantener.

Y es que, aunque, efectivamente, Telecinco haya liderado durante décadas con su “telebasura”, lo cierto es que la televisión ha cambiado por completo. Han llegado las plataformas y con ellas un cambio en el consumo y en la demanda, con una nota especial: la calidad. Ya no vende la vulgaridad ni el enfrentamiento, sino que se busca calidad, algo que, por desgracia, Telecinco solo puede ofrecer en formatos contados.

¿’Sálvame Fashion Week’? ¿’Supervivientes? ¿Esta es la “nueva Mediaset”? Entonces, Atresmedia puede estar tranquila.

El mismo tipo de programa de siempre, con los colaboradores de siempre y con la premisa de siempre: hacer televisión a cualquier precio moral o ético. Vamos, igual que hace 10 años, pero con una diferencia: ahora ya no les escuda la audiencia.

Por otro lado, la situación actual de Mediaset no solo tiene que ver con su modelo de programación. La salida de Paolo Vasile ha generado una gran inestabilidad en la compañía, y la entrada de nuevos directivos ha generado tensiones internas que no parecen haberse resuelto todavía. Todo esto ha generado incertidumbre y desconfianza entre los trabajadores y el sector en general. Sin contar, por supuesto, con las tensiones internas entre las productoras que trabajan con el grupo que hacen, si cabe, más difícil la labor de redirigir una compañía de la envergadura de Mediaset.

Los informativos tampoco convencen

Si dejamos de lado el entretenimiento y nos centramos en la información, lo cierto es que la situación no es mucho mejor. Y es que Informativos Telecinco se sitúa como la tercera opción en todas sus ediciones, algo que, en el fondo, no es de extrañar. Si analizamos a la competencia, mientras que Antena 3 o Televisión Española han apostado de lleno por sus espacios de información, especialmente a nivel técnico, siguiendo la estela de las grandes cadenas de otros países de nuestro entorno, Telecinco sigue anclado en un plató y una línea gráfica más propia de hace 15 años que de un modelo de televisión que ya trabaja con realidad aumentada o inteligencia artificial.

En definitiva, Mediaset se encuentra en un callejón sin salida. Su modelo de “telebasura” ya no es rentable, y la competencia le ha tomado ventaja. Si no cambia su estrategia de forma radical, parece difícil que pueda remontar la situación.