‘Mask Singer’ o la sensación de ver algo totalmente diferente

La segunda edición de ‘Mask Singer’ ha arrancado por todo lo alto. El formato de Fremantle ha estrenado una nueva temporada ”más sorprendente, más espectacular, más internacional”.

El pasado lunes Antena 3 estrenó una nueva edición de ‘Mask Singer: adivina quien canta’, el formato de gran éxito internacional que ya se ha adaptado en 30 países y cuya primera temporada en España cosechó unos fantásticos datos de audiencia, alcanzando una media de 2.827.000 espectadores y un 23,6% de cuota de pantalla.

La primera edición del formato cumplió en gran medida con las expectativas esperadas; sin embargo, la segunda ha superado las ha superado con creces, convirtiéndose, en nuestra opinión, en el mejor formato de entretenimiento de la televisión en España.

Tal y como avanzaban, el programa es más espectacular, más sorprendente y más internacional. Es show en estado puro. Televisión en estado puro.

El primer desenmascaramiento ha sido una declaración de intenciones de la nueva edición del formato, que ya anunciaba que disponía del mejor casting de la historia de la televisión. Sin ninguna duda, más que satisfactorio y sorprendente.

Por un lado, el programa mantiene la intriga como uno de sus principales ingredientes, haciendo partícipe al público del juego, quienes, al igual que la edición anterior, han compartido sus teorías y conjeturas a través de las redes sociales. Esto, que en un principio puede parecer algo menor, es fundamental para atraer a los espectadores, permitiéndoles jugar con los investigadores y las propias máscaras a conocer su identidad y que, por cierto, es un factor absolutamente diferenciador con respecto a otros formatos.

Por otro lado, Arturo Valls ha continuado como el perfecto maestro de ceremonias, jugando el papel que le corresponde en todo momento. Está permanentemente activo durante todo el programa, sumándose al juego y añadiendo un toque de humor idóneo y necesario al programa, aunque manteniéndose en un segundo plano, relegando el protagonismo a las máscaras.

Con respecto a los investigadores, la incorporación de Paz Vega a la mesa ha sido más que satisfactoria, aportándola una mayor vida y participando con una mayor actividad que Malú. Los Javis se han mantenido en su línea y José Mota ha sabido subsanar algunos de los aspectos que no gustaban a parte de los espectadores a la hora de hacer sus predicciones en la pasada edición. Todos ellos han sabido sumergirse en la atmósfera del formato, lo que le aporta una sensación de rodaje que lo naturaliza absolutamente.

Una de las mejores adaptaciones internacionales

Una de las claves del éxito del programa es la brillante idea del formato en sí. Su origen es Corea del Sur; sin embargo, aunque la base del programa parta de allí, fue Estados Unidos quien le dio un vuelco al formato, añadiéndole todos los elementos de los que se han nutrido otros países como España o Francia: máscaras espectaculares, diseño un ostentoso plató, etc…

Tras observar las distintas adaptaciones, se puede afirmar sin ninguna duda que Fremantle España ha conseguido producir una de las mejores versiones del formato, si no la mejor. Partiendo de la misma base que el resto de países, han sabido aportar una intriga y expectación mayor, junto con un sello propio que lo convierte en un modelo de cara al exterior y que ha sabido combinar el espíritu de los talents internacionales con un sello propio que lo distinga. Además, se ha mejorado notablemente la escenografía con respecto a la pasada edición.

Tiempos idóneos

Al igual que la primera edición, los tiempos del programa son impecables. No te aburres en ningún momento, siendo muy ágil y yendo constantemente al grano. La hora de finalización de la primera gala ha sido razonable, quedándote con ganas de más, aunque las siguientes parece que se ajustarán a los tiempos de la pasada edición, alargándose hasta el late night, algo que la cadena no parece que vaya a cambiar y que sucede en la mayor parte de la oferta de prime time de las generalistas.

El especial previo, un error estratégico

Pese a todo lo bueno de esta edición, es cierto que el especial ‘Mask Singer: conoce a las mácaras’ sobraba totalmente. Se trata de un programa que ha buscado más desorientar la competencia que ayudar a los espectadores a conocer a las nuevas máscaras y presentar la nueva dinámica.

No se puede desconcertar al espectador de esta forma, alargando la espera de la llegada del formato y cambiando de planes a tan solo 48 horas de su emisión.

También conviene remarcar el exceso de publicidad presente durante la emisión, algo que previsiblemente no va a cambiar, ya que la cadena pretende explotar al máximo el formato; sin embargo, llega a ser excesivo, cansando al espectador.

En definitiva, ‘Mask Singer’ ha cumplido con creces las expectativas esperadas, con una producción impecable y un formato fantástico que consigue transmitir al espectador una sensación muy difícil de conseguir ante la amplísima oferta de hoy en día: la de ver algo totalmente diferente.