El Mago Pop: la ilusión de una vida sobre un escenario

Desde que llegas al teatro intuyes que algo va a pasar, que al espectador le esperan muchas sorpresas. Ni el Covid-19 ha podido con este mago. El titulo del espectáculo ya es muy concluyente: “Nada es imposible”.

Hace unas fechas tuve la oportunidad de disfrutar de ‘Nada es imposible’, el espectáculo del Mago Pop, Antonio Díaz, que función a función consigue llenar el Teatro Nuevo Apolo de Madrid y que dentro de poco dará el salto nada más y nada menos que a Broadway.

Es curioso ver cómo los magos han aprovechado durante siglos los resquicios creados por nuestra percepción para crear ilusiones. Hoy son los científicos quienes se interesan por el trabajo de estos artistas para investigar en las ciencias cognitivas.
La magia, al final, es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible y aprender las lecciones de ambos.
El Mago Pop propone un espectáculo con un arte escénico que en muchas ocasiones suele ser narrativo y subjetivo, un verdadero espectáculo de mucha habilidad e ingenio que logra hipnotizar y entretener al público.

Tiene la capacidad de generar de manera artificial una gran cantidad de efectos que para todos son maravillosos y para muchos totalmente inexplicables. A lo largo de la representación, Antonio Díaz consigue que, aquellos que ya le conocíamos de sus distintos programas en televisión, quedemos, si cabe, más sorprendidos de su talento.

Es un fascinante espectáculo que combina magia y mentalismo para crear una experiencia única y memorable, acompañada de un toque de humor, una interacción con el público y una puesta en escena que pone el broche de oro a un trabajo espléndido en una disciplina tan complicada como la magia.

A través de los diferentes trucos y experiencias del show, Antonio Díaz comparte con el público sus inquietudes desde que era un niño y su dedicación a la magia, el ilusionismo y su gran esfuerzo por dedicarse a ella, una parte esencial en todo el show.
El tiempo se pasa volando y, ciertamente, demuestra que ‘Nada es imposible’.

Yo lo recomiendo totalmente y entiendo perfectamente el porqué de que se haya convertido en el artista más taquillero de Europa.

Antonio Díaz nos da a lo largo del espectáculo y desde el escenario, aunque en ocasiones también desde el patio e butacas, las claves para que todo el mundo luche por hacer posibles sus sueños, porque, sin dejar de tocar con los pies en el suelo, nada es imposible.
No cuento nada más y, por supuesto, no desvelo ningún detalle de ninguno de los números del espectáculo, porque la magia empieza cuando entras en el teatro y se va cuando se cierra el telón, pero en la mente de cada espectador quedará para siempre la ilusión compartida por El Mago Pop. Porque, tal y como él mismo dice, la magia ha dejado de ser un entretenimiento de bar para convertirse en uno de los grandes pilares del entretenimiento.

Sólo quienes creen en la belleza de los sueños pueden llegar a apropiarse del futuro.