A Disney no le gusta España: la lamentable gestión en nuestro país de Disney+

¿Qué está pasando con Disney en España? A pesar de ser una de las marcas más reconocidas y queridas del mundo, Disney parece no tener mucho interés en el mercado español, al menos en comparación con otros países de nuestro entorno.

Si analizamos el arraigo de Disney+ en nuestro país, según un informe de la consultora JustWatch, Disney+ es la cuarta plataforma de streaming más contratada en España, con un 9% de cuota de mercado en el primer trimestre de 2021. Por delante se sitúan Netflix (29%), Amazon Prime Video (18%) y HBO (10%). Esto significa que Disney+ tiene menos usuarios que plataformas con menos contenido y mucho menos nombre. El hecho de que una marca como Disney consiga una cuarta posición en el mercado es cuanto menos ridículo, cabiendo cuestionar la gestión de la expansión de la plataforma por parte del equipo español, liderado por Eduardo Sagüés, entre otros.

Esta situación no se da, en cambio, en países como Francia o Italia, donde los datos del arranque y desarrollo de Disney+ han sido mucho más prometedores, situándose, en la gran mayoría de países occidentales, como la segunda o tercera opción de consumo bajo demanda, siendo España una excepción.

Desprecio al talento local

En primer lugar, parece que a Disney no le gusta España, reflejado en la escasez de producciones originales de la plataforma en nuestro país. Así, mientras que en otros países de nuestro entorno como Francia, Alemania o Italia se desarrollan anualmente múltiples proyectos ambientados en sus respectivas culturas y desarrolladas por productores locales, en España se han anunciado un número ridículo de series, de las cuales la gran mayoría son coproducciones, lo que demuestra el poco interés de Disney en el talento local.

Total abandono al público español

A pesar de contar con algunas de las franquicias más populares del cine y la televisión, el catálogo de Disney+ España es muy escaso en comparación con el de otros países. Por ejemplo, en Estados Unidos se puede acceder a más de 500 películas y 7.500 episodios de series, mientras que en España solo hay unas 300 películas y 2.000 episodios. Además, muchas de las películas y series que nuestros vecinos pueden disfrutar, no están disponibles o llegan con retraso. Por ejemplo, Soul, la última película de Pixar, se estrenó en diciembre de 2020 en Estados Unidos, pero en España no llegó hasta febrero de 2021. Otro caso es el de Los Simpson. La icónica serie llega con un retraso más que notable con respecto a otros países, lo que demuestra una dejadez injustificada y que debería ser impropia de una compañía de este nivel. Es decir, la política de estrenos globales no la han entendido muy bien en Disney España.

Además, a plataforma no informa con antelación ni con claridad sobre las novedades, los estrenos o las bajas del catálogo. Tampoco responde adecuadamente a las dudas, las quejas o las sugerencias de los usuarios. Muchos clientes se sienten ignorados y desatendidos por Disney+, tal y como expresan en redes sociales y foros especializados.

Pésima atención al cliente ante una calidad técnica de tercera

Y, precisamente, en relación con esa desatención, si hay algo que en lo que parece haber unanimidad es en la pésima atención al cliente de la plataforma. Así, ante los numerosos problemas técnicos que sufre muy habitualmente, y que cabría otro artículo de análisis, en España no hay un equipo lo suficientemente amplio para atender de una manera adecuado el elevado número de incidencias que se producen.

Precios más altos que en el resto de países

Por si fuera poco, Disney ha decidido que los usuarios españoles deben pagar más que el resto de clientes de Europa. Así, mientras que en países como Francia o Bélgica el precio de la plataforma es de 6,99 euros, en España es de 2 euros más, ascendiendo a 8,99 euros, lo que se traduce en alrededor de 24 euros más al año.

En definitiva, parece que a Disney+ no le interesa mucho el mercado español, o eso es lo que aparenta, fruto de la desastrosa gestión de la plataforma en nuestro país, que necesita de una urgente revisión y supone un grave problema para su expansión en un momento en el que las cifras empiezan a ser preocupantes.