Crítica de Lilo y Stitch: el nuevo live-action de Disney que promete arrasar en taquilla

Disney vuelve a la carga con su fórmula infalible: transformar clásicos animados en live-action. Esta vez le toca al caótico extraterrestre azul y su familia hawaiana. ¿Funciona la magia o el experimento genético falla en el laboratorio?

Un estreno anticipado con sabor a verano

Que Disney haya programado el estreno para mayo y no junio podría interpretarse como un exceso de confianza… o como un movimiento estratégico. Las 80.000 entradas vendidas en preventa sugieren lo segundo. Las familias parecen dispuestas a perdonar que la película llegue “en frío”, antes de las vacaciones escolares.

El merchandising – esos peluches de Stitch que colonizaron las tiendas desde 2022 – ha mantenido viva la llama de la franquicia. Pero el verdadero desafío estaba en trasladar a imagen real ese universo donde Elvis Presley, aliens mutantes y surfistas coexisten sin chirriar.

La esencia de la película original se mantiene

La esencia del filme original sobrevive intacta:

  • Lilo (Maia Kealoha) sigue siendo esa niña de 6 años que colecciona fotos de perros abandonados y cree en el “ohana”.
  • Nani (Sydney Agudong) encarna con crudeza esa juventud truncada por la responsabilidad.
  • Stitch… bueno, aquí empiezan los debates.

El diseño 3D del alienígena generó escepticismo en los teasers. Tras ver la película, confirmo: falta textura en ese pelaje azul. Pero la química entre Maia y su criatura digital salva el obstáculo. Hay una escena donde Lilo le enseña a Stitch a dibujar en la arena que justifica sola el remake.

‘Lilo y Stitch’

Aciertos y sombras en el luau cinematográfico

Lo que funciona:

  • La representación de Hawaii evita folclorismos baratos. Los paisajes no son mero decorado.
  • El subtexto sobre familias no tradicionales gana peso en 2025. La escena donde Nani rompe a llorar tras ser despedida duele más que en la animación.
  • Billy Magnussen como el surfista despistado roba cada plano secundario.

Lo que cojea:

  • Los gags físicos caen en lo repetitivo. Stitch destruye tres restaurantes demasiado similares.
  • El cameo de Elvis (sí, sigue ahí) parece obligatorio más que orgánico.
  • Los aliens de Jumba y Pleakley pierden encanto al verse “reales”.

Polémicas que se desinflan (como un mal soufflé)

El revuelo inicial por el casting de Courtney B. Vance como Cobra Bubbles resultó ser tormenta en un vaso. Su interpretación serena – lejos del estilo de Ving Rhames – aporta un matiz interesante: menos guardaespaldas intimidante, más trabajador social exhausto.

Esta Lilo y Stitch vive de sus emociones más que de sus efectos. No supera al original (¿quién lo esperaba?), pero se defiende con dignidad. Funcionará mejor para:

  • Padres que quieren mostrar su infancia a los hijos sin sufrir con animación “antigua”.
  • Nostálgicos dispuestos a perdonar sus fallos.
  • Quienes busquen un drama familiar con momentos de caos alienígena.

Entonces, ¿merece la pena? Si vas sin prejuicios, sí. Si detestas los remakes por principio, quizá prefieras rewatch la versión 2002. Eso sí: lleva pañuelos. Cuando suene el “Aloha ʻOe” durante la escena del hula, hasta los más cínicos sentirán un nudo en la garganta.

Redactor de ActualTV especializado en televisión y redes sociales. Me gusta la comunicación, el mundo audiovisual y el marketing digital. He trabajado como responsable de prensa en diferentes empresas del mundo del entretenimiento y ahora vivo la profesión desde el otro lado.

José Luis Labreda

Redactor de ActualTV especializado en televisión y redes sociales. Me gusta la comunicación, el mundo audiovisual y el marketing digital. He trabajado como responsable de prensa en diferentes empresas del mundo del entretenimiento y ahora vivo la profesión desde el otro lado.