Sarah Jessica Parker sale al paso de las críticas contra And Just Like That y confiesa que no le afecta el hate-watching de la serie

Sarah Jessica Parker ha adoptado una postura firme ante las críticas hacia ‘And Just Like That…’, la secuela de ‘Sexo en Nueva York’. En una reveladora entrevista con The New York Times, la actriz demostró que no permite que los comentarios negativos afecten su trabajo. Su respuesta directa al fenómeno del “hate-watching” ha sido contundente: “No me importa“.

La intérprete de Carrie Bradshaw ha confesado que jamás ha sido de las personas que se obsesionan con leer opiniones sobre sus proyectos profesionales. Su filosofía es clara: no vale la pena invertir energía emocional en la negatividad. “No creo tener la fuerza para pensar mucho en eso“, ha explicado con total sinceridad.

En lugar de focalizarse en los detractores, Parker prefiere destacar lo verdaderamente valioso: esa conexión auténtica que la serie ha logrado establecer con su audiencia. “Siempre nos esforzamos muchísimo para contar historias interesantes o reales. Supongo que realmente no me importa. Y la razón por la que no me importa es porque ha tenido un éxito enorme y la conexión que ha creado con el público ha sido muy significativa“, ha declarado.

Entre la nostalgia y la polémica

Desde su debut, la secuela dividió opiniones de manera radical. El regreso de Carrie, Miranda (Cynthia Nixon) y Charlotte (Kristin Davis) despertó tanto entusiasmo como rechazo entre los seguidores. Los cambios narrativos, las ausencias notables como la de Samantha (Kim Cattrall), y la nueva dirección temática generaron intensos debates que trascendieron las pantallas.

A pesar de la controversia constante, ‘And Just Like That…’ se estableció como uno de los contenidos más discutidos de HBO. Las redes sociales se convirtieron en campo de batalla donde fans y críticos intercambiaban opiniones apasionadas sobre cada episodio.

El adiós definitivo

Michael Patrick King, creador de la serie, ha reconocido abiertamente que las polémicas han sido parte integral del fenómeno. Según declaraciones recogidas por Deadline, King observa: “Hay un gran intercambio entre todo el ruido sobre cómo lo harían de manera diferente o qué les gusta o no les gusta. Y luego simplemente hay una apreciación por el hecho de que están viendo personajes que pasaron de los 35 a los 59.”

La conclusión de la serie no fue casual, sino una decisión meditada. King ha explicado que mientras escribía el último episodio de la tercera temporada, comprendió que había llegado el momento perfecto para cerrar el círculo. “Y así, sin más… la narrativa del universo de ‘Sexo en Nueva York’ llega a su fin“, declaró el showrunner.

Su intención era clara: brindar a los personajes un final digno y coherente, evitando extender artificialmente una historia que comenzó en 1998. Esta decisión refleja un compromiso con la integridad narrativa por encima de consideraciones comerciales.