Parque Warner: donde ni Bugs Bunny quiere ir. La pésima gestión de Parques Reunidos que lo ha convertido en un parque temático de tercera
El Parque Warner se ha convertido en uno de los destinos de ocio preferidos para los madrileños. Gestionado por Parques Reunidos, es uno de los parques temáticos más relevantes de España, ofreciendo atracciones para todos los gustos y edades o espectáculos en vivo, entre otros servicios.
En lo que respecta a nuestro país constituye, junto con Portaventura, y ahora Puy du Fou, uno de los puntos de referencia en lo que se refiere a parques temáticos, si bien es cierto que España no destaca precisamente por este tipo de negocio, contando con un número muy reducido de recintos de estas características.
Aunque se trata de un proyecto que era más que ambicioso, arrancando en España un modelo de negocio muy prolífero en países como Francia o Estados Unidos, lo cierto es que el resultado ha dejado mucho que desear y la gestión de Parques Reunidos ha tenido mucho que ver.
En este sentido, cuando mirábamos a nuestros vecinos franceses o cruzábamos el charco y nos fijábamos en América, mirábamos asombrados (y aún lo hacemos) a parques temáticos como los operados por Universal y, muy especialmente, los míticos parques Disney. Estos últimos han conseguido crear en los visitantes una atmósfera verdaderamente envolvente, donde los usuarios parecen sentir, de alguna manera, la “magia” que tanto prometen.
Estas expectativas nos hacían pensar que podríamos tener en España algo similar, partiendo de un producto excelente, como son las firmas y personajes de Warner; sin embargo, no ha sido nada más lejos de la realidad.
Parques Reunidos ha conseguido en los últimos años convertir al Parque Warner en un “Burger King” del entretenimiento con espectáculos de baja calidad y muy desaprovechados, unas instalaciones más que mejorables y unos precios desorbitados para los servicios que ofrecen.
Espectáculos de tercera con un profundo abandono a lo artístico
Si de algo pretende enorgullecerse el parque en sus distintas campañas de publicidad es de sus espectáculos, algo que resulta más que llamativo si miramos a la competencia. Y es que dicen que las comparaciones son ociosas, y tienen toda la razón. Ver un espectáculo del Parque Warner y uno de cualquier parque Disney es como ver un Casio y un Rolex. Son otra dimensión.
Y es que esto no es cuestión solo de medios. Va más allá. Por supuesto que entendemos que los parques Disney cuentan con mucho más presupuesto; sin embargo, el problema no está ahí, sino en el enfoque. Mientras que en Disney tienen una seña de identidad absolutamente marcada y un altísimo grado de preparación artística, en el Parque Warner los espectáculos parecen más una fiesta de cumpleaños barata que un show propio de un estudio de primera como Warner.
Y esto nos lleva a uno de los errores más garrafales de la gestión del parque: el abandono de lo artístico.
Parques Reunidos se ha pensado que haciendo montañas rusas más altas o mal copiando espectáculos de otros parques va a conseguir fidelidad y un sello de calidad, pero nada más lejos de la realidad. Si abandonas lo artístico con shows que no logran pasar la barrera de lo esperado, quedándose en lo se esperaría más de una verbena de pueblo que de un lugar de estas características, lo único que consigues es desvirtuar tu imagen y dar otro motivo para optar por otras opciones.
No consigue que sean artísticamente desafiantes y que pongan en valor sus personajes y marcas. Los espectáculos son repetitivos, predecibles y poco originales, y no aprovechan el potencial de los personajes de Warner Bros o DC Comics. El parque debería invertir más en este sentido, buscando innovar, sorprender y emocionar a los visitantes, intentado crear esa sensación de experiencia única e inolvidable que sí logran otros.

Instalaciones dejadas y desaprovechadas
Si hay algo en lo que coinciden los visitantes del Parque Warner es en el lamentable estado de las instalaciones y la jardinería. Así, hay algunos edificios que parece que se caen “a cachos”. Además, la carretera de entrada hacia el parking evoca a pensar más bien que estás entrando en un parque abandonado que en un recinto de “diversión”.
Por otro lado, los espacios están muy mal aprovechados. Los teatros son muy pequeños para la afluencia que tiene el parque, algo que, teniendo en cuenta el enorme espacio del que disponen, parece absurdo.
Además, un día de pleno calor puede volverse insoportable, y es que, más allá de lo básico, no disponen de instalaciones lo suficientemente preparadas para temporadas de altas temperaturas.
Por no hablar, claro, de los restaurantes. Caros, con una decoración pésima (o casi nula) y con comida que en muchos casos no se atreverían a servir ni en Guantánamo. ¿Dónde están los restaurantes tematizados y risueños que se esperan en este tipo de parques? ¿Qué hace entonces especial el comer allí, a parte de hacer tiritar la cuenta corriente?
Warner, a medias
Otro de los grandes errores es la falta de aprovechamiento de la marca Warner. No es concebible cómo no pueden saber aprovechar marcas de Warner como Friends, que están de plena actualidad y que; sin embargo, parecen no resultar de interés para Parques Reunidos en la explotación del parque.
Una franquicia tan destacada cuenta con miles de posibilidades de desarrollo de negocio y se limitan exclusivamente a lo básico.
Precios insultantes para un parque que deja mucho que desear
A todo lo expuesto, hay que sumar que el precio de la entrada es excesivo para lo que se ofrece. Y es que, junto con todo lo ya desarrollado, las atracciones, que parecen el punto fuerte de Parque Warner, también tienen su pero. Y es que, tal y como exponen muchos de los visitantes en plataformas como Tripadvisor, muchas de ellas están anticuadas, mal mantenidas o cerradas por averías, algo que para una persona que ha hecho un esfuerzo para pagar la entrada resulta cuanto menos frustrante y depecionante.
Trabajadores descontentos
En lo que respecta a la organización interna del parque, la situación tampoco mejora mucho. Y es que si acudimos a plataformas de empleo como Indeed, numerosos ex empleados del Parque Warner relatan las pésimas condiciones laborales que ofrece Parques Reunidos, con sueldos ínfimos y un muy elevado número de horas de trabajo, cuidando muy poco a los trabajadores en todos los aspectos.
Sin ningún reclamo internacional
El Parque Warner no es un parque temático de referencia internacional y no atrae a apenas visitantes de fuera. La mayoría de sus clientes son residentes en Madrid o en zonas cercanas, que acuden al parque por su cercanía y por las ofertas y descuentos que ofrece Parques Reunidos. Y es una pena, porque tiene un gran potencial para convertirse en un referente del ocio y la cultura en España y en Europa, pero necesita una gestión más profesional y comprometida con la calidad y la innovación.
De hecho, es que, si lo analizamos detenidamente, no destaca en nada: ni en espectáculos, ni en atracciones, ni en instalaciones, ni en absolutamente ningún aspecto que pueda convertirlo en un lugar de referencia.
En definitiva, Parques Reunidos ha priorizado el beneficio económico a corto plazo sobre la inversión y la calidad del servicio, lo que ha generado una mala imagen y una baja satisfacción de los visitantes. Pero esto es un arma de doble filo, y es que en un momento en el que ha surgido nueva competencia, como Puy du Fou España, el Parque Warner debe establecer una nueva hoja de ruta si no quiere perder aún más visitantes, porque, en realidad, no estoy tan seguro de que ni al propio Bugs Bunny le gustase ir al Parque Warner.