Ni Reino Unido ni Alemania: España, el país más expuesto a represalias de Estados Unidos por Defensa y tecnología

La política comercial de Donald Trump ha demostrado ser implacable. Con aranceles del 50% impuestos a India y Brasil, muchos se preguntan si España podría ser la siguiente en la lista. La tensión entre ambos países no es nueva: desde el gasto en defensa hasta la negativa a adquirir cazas F-35, los roces están servidos. Pero, ¿realmente estamos en peligro?

El precedente: Brasil e India en el punto de mira

Brasil e India han sido las últimas víctimas de la estrategia arancelaria de Trump. En el caso brasileño, la medida parece estar ligada a la tensión política con el expresidente Jair Bolsonaro, a quien la Casa Blanca considera una “amenaza inusual y extraordinaria”. Por su parte, India ha recibido un castigo similar por mantener su comercio de gas y petróleo con Rusia.

Estos movimientos plantean una pregunta clave: si Trump no duda en golpear a economías emergentes, ¿qué impediría que España sufriera el mismo destino?

La protección de la Unión Europea: ¿un escudo infalible?

A diferencia de Brasil e India, España forma parte de la Unión Europea, lo que teóricamente debería protegerla de represalias unilaterales. La política comercial común, regulada por el Artículo 3 del Tratado de Funcionamiento de la UE, establece que Bruselas es quien negocia los aranceles en nombre de todos los estados miembros.

Así ocurrió en el último encuentro entre Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, donde se acordó una tasa media del 15% para las exportaciones europeas a EE.UU. Sin embargo, esto no garantiza una inmunidad absoluta.

“España está dentro de la UE, y en política arancelaria navegamos en el mismo barco. Los aranceles se aplican por igual a todo el territorio”, explica Cristina Peña, experta en comercio internacional de OBS Business School.

Pero, ¿y si Trump decide saltarse las reglas?

Pedro Sánchez

La cláusula anti-coerción: ¿un arma real o un bluff político?

La UE cuenta con un mecanismo de defensa: la cláusula anti-coerción, que permitiría imponer contramedidas por valor de 93.000 millones de euros si EE.UU. atacara a un país miembro. No obstante, algunos expertos dudan de que Bruselas la active por España.

“La UE no moverá ficha por nuestro sector primario, que representa un porcentaje mínimo en las exportaciones. Les preocupa más la industria alemana que el aceite de oliva español”, señala Belén Palao, abogada especializada en comercio internacional.

Además, Trump podría discriminar productos específicos sin violar formalmente los acuerdos. “Nada impide que EE.UU. grave solo las aceitunas o el vino español, aunque luego esos mismos productos entren desde Italia”, advierte Rafael Pampillón, catedrático de Economía en IE Business School.

Sectores españoles en riesgo: del aceite de oliva a la tecnología

España ya ha sufrido los aranceles de Trump en el pasado. En 2018, el sector de la aceituna negra fue golpeado con una tasa que aún sigue vigente, costando más de 230 millones de euros en pérdidas.

“Trump ya castigó a España por las ayudas a Airbus. Eligió productos estratégicos: naranjas, aceitunas y aceite de oliva. Sabe perfectamente cómo hacernos daño”, recuerda Palao.

Según datos del Ministerio de Economía, los sectores más expuestos son:

  • Bienes de equipo (maquinaria, electrónica, equipos médicos).
  • Productos semimanufacturados (químicos y farmacéuticos).
  • Agroalimentación (aceite de oliva, vino, frutas).

El aceite de oliva, por ejemplo, vio caer sus ventas un 60% en EE.UU. tras los aranceles. La solución fue exportar a granel y envasar directamente en territorio americano, una estrategia que podría volverse insuficiente si Trump decide apretar más las tuercas.

Impacto económico: ¿cuánto perdería España?

Aunque España no es tan dependiente de EE.UU. como Alemania o Italia (donde las exportaciones superan el 10% del total), un aumento del 10% en los aranceles supondría un impacto directo de 1.880 millones de euros, según CaixaBank Research. Esto equivale al 0,1% del PIB, sin contar los efectos indirectos en la confianza inversora.

¿Estamos preparados?

La UE ofrece cierta protección, pero no es invulnerable. Trump ha demostrado que no le tiembla el pulso al imponer aranceles selectivos, y España podría ser un blanco fácil por su menor peso político en Bruselas.

“Lo único que hay hoy es un acuerdo político no vinculante. EE.UU. puede romperlo en cualquier momento”, sentencia Palao.

Mientras tanto, las empresas españolas prefieren evitar la confrontación. “Más vale un arancel del 15% que una guerra comercial total”, admiten en el sector. La pregunta es: ¿pensará lo mismo Trump?

Periodista. Escribo sobre las novedades de las series y programas de televisión y plataformas de vídeo en streaming. He trabajado en distintas revistas y periódicos digitales de España.

Pedro Fuentes

Periodista. Escribo sobre las novedades de las series y programas de televisión y plataformas de vídeo en streaming. He trabajado en distintas revistas y periódicos digitales de España.