Encuestas elecciones generales 2023: así van las encuestas del 23J

El próximo 23 de julio se celebrarán las elecciones generales en España, un momento decisivo para el futuro político del país. ¿Qué dicen las encuestas sobre las preferencias de los votantes? ¿Qué opciones tiene cada partido de formar gobierno? ¿Qué impacto ha tenido la irrupción de Sumar, la plataforma electoral de la vicepresidenta Yolanda Díaz? En este artículo intentaremos responder a estas preguntas analizando los datos disponibles.

Según el promedio de todas las encuestas publicadas desde abril de 2023, cuando Díaz presentó Sumar, el Partido Popular (PP) liderado por Alberto Núñez Feijóo se mantiene en primera posición con un 30,1% de los votos y 134 escaños. El PP ha logrado recuperar el apoyo de muchos electores descontentos con la gestión del PSOE durante la pandemia y la crisis económica, y se presenta como una alternativa de gobierno sólida y moderada.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del presidente Pedro Sánchez ha sufrido un fuerte retroceso por la llegada de Sumar, que ha redistribuido el voto progresista. El PSOE obtendría el 24,5% de los sufragios y 95 diputados, lo que supone una pérdida de 25 escaños respecto a las elecciones de 2019. Sánchez ha visto erosionada su imagen por los escándalos de corrupción, las tensiones internas en el Gobierno y la falta de apoyos parlamentarios.

Vox, el partido de extrema derecha liderado por Santiago Abascal, se mantiene como tercera fuerza política con el 15,4% de los votos y 44 escaños. Vox ha capitalizado el descontento de una parte de la sociedad con las medidas sanitarias, la inmigración y el independentismo, y ha mantenido un discurso duro y confrontativo contra el Gobierno y sus socios. Vox sería el socio imprescindible del PP para alcanzar la mayoría absoluta.

Sumar, la plataforma electoral impulsada por la vicepresidenta Yolanda Díaz, ha debutado en las encuestas con un 15% de apoyo y 40 diputados. Sumar agrupa a Unidas Podemos, Más País y otras fuerzas minoritarias de izquierda, y se presenta como una opción transformadora y feminista que defiende los derechos sociales y laborales. Sumar ha atraído a muchos votantes desencantados con el PSOE y con el liderazgo de Pablo Iglesias.

El resto de partidos tienen una representación menor en el Congreso. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) sería la primera fuerza en Cataluña con el 3,4% de los votos y 11 escaños, seguida por Junts per Catalunya (JxCat) con el 2,7% y 7 diputados. Ambos partidos defienden el derecho a la autodeterminación y la amnistía para los presos del procés. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) obtendría el 1,8% de los votos y 6 escaños, manteniendo su hegemonía en el País Vasco. El PNV apuesta por un mayor autogobierno y una relación bilateral con el Estado. Más País-Equo (MP-E) conseguiría el 1,5% de los votos y 3 escaños, siendo la única formación ecologista con representación parlamentaria. MP-E forma parte de Sumar pero se presenta con sus propias siglas. Euskal Herria Bildu (EH Bildu) lograría el 1% de los votos y 4 escaños, consolidándose como segunda fuerza en el País Vasco y primera en Navarra. EH Bildu es una coalición de izquierda abertzale que defiende la independencia y el socialismo. Ciudadanos (Cs), el partido liberal liderado por Inés Arrimadas, se quedaría fuera del Congreso al no alcanzar el 3% de los votos necesario para obtener representación. Cs ha sufrido una grave crisis interna y una fuga de votantes hacia el PP y Vox.

En conclusión, las encuestas apuntan a un escenario de alta fragmentación política, donde ningún partido podría gobernar en solitario y se necesitarían pactos entre varias fuerzas. El PP tiene la opción más clara de formar gobierno con Vox, aunque tendría que asumir el coste de pactar con la extrema derecha. El PSOE tendría que buscar el apoyo de Sumar y de los partidos nacionalistas, lo que implicaría ceder en cuestiones territoriales y sociales. Sumar podría intentar liderar una alternativa de izquierdas, pero necesitaría el respaldo del PSOE y de otras fuerzas minoritarias. Todo dependerá de la movilización de los electores y de la capacidad de negociación de los partidos.