Elgato Facecam 4K: la webcam que parece una cámara profesional

Cada vez pasamos más tiempo frente a una cámara: reuniones de trabajo, clases online, directos en Twitch o videollamadas con amigos. Y aunque nos hemos acostumbrado a vernos en calidad “suficiente”, lo cierto es que muchos buscamos algo más. Queremos que la imagen sea nítida, natural. Y muchos más aquellos que se trabajan en el mundo audiovisual. Y ahí es donde Elgato, referencia absoluta en hardware para creadores, vuelve a mover ficha con la nueva Facecam 4K (2025).

No estamos hablando de una simple webcam más, sino de una herramienta que lleva la calidad y el control visual a un nivel que hasta ahora parecía reservado a cámaras sin espejo o DSLR con capturadora.

La Elgato Facecam 4K es, con diferencia, la webcam más interesante del año para creadores, streamers y profesionales que quieren elevar la calidad de su vídeo sin complicaciones. Su combinación de 4K a 60 fps, controles tipo DSLR y compatibilidad con filtros de lente de 49 mm (algo inédito en webcams) coloca a este modelo en una liga propia.

Se trata, sin duda, de un salto tangible en nitidez, fluidez y control creativo que hasta ahora exigía cámaras más voluminosas, capturadoras y una curva de aprendizaje mayor.

Diseño y construcción: discreta por fuera, ambiciosa por dentro

Elgato ha afinado el “hardware thinking” detrás de su línea Facecam: menos adornos, más calidad de imagen. Facecam 4K sacrifica elementos prescindibles (como el micrófono integrado) para dedicar todo el presupuesto térmico y de procesado a su sensor Sony STARVIS 2 (1/1,8″), su óptica Elgato Prime y un motor de imagen que prioriza detalle, color y rango dinámico. El cuerpo mantiene el estilo de la marca, con montaje sobre monitor, rosca de ¼” para brazo o trípode, y fabricación con plásticos reciclados. Es un producto que pasa desapercibido en el setup… hasta que enciendes la cámara.

Óptica y sensor: nitidez que aguanta el primer plano

La clave de esta webcam está en su “trío” de imagen. El sensor STARVIS 2 (más sensible y con mejor gestión del ruido que generaciones previas) se combina con una lente f/4.0 y un campo de visión de hasta 90° que puedes estrechar digitalmente sin destrozar el detalle. El enfoque es fijo por diseño (de 30 a 120 cm a 4K), una elección consciente para maximizar consistencia en plano medio y primer plano frente a las “cazadas” de algunos AF de webcam. El resultado es un rostro nítido y estable, con contraste limpio y color natural incluso cuando recortas para encuadrar.

4K60 real: fluidez de broadcast y HDR cuando toca

En captura, Facecam 4K alcanza 4K a 60 fps y ofrece HDR hasta 4K30, algo que se traduce en pieles más naturales y luces altas mejor controladas cuando la escena lo exige. Además, entrega vídeo sin comprimir por USB en resoluciones compatibles (NV12, YUY2, etc.), útil para cadenas de procesado que quieran exprimir cada bit de color y evitar latencia extra. En la práctica, esa mezcla de resolución, tasa de fotogramas y HDR coloca a Facecam 4K por delante de la mayoría de webcams 4K que siguen limitadas a 30 fps, y acerca su look al de una cámara dedicada.

Un número uno en su categoría: rosca de 49 mm para filtros fotográficos

La innovación que enamora a cualquier creador visual es su rosca estándar de 49 mm. Por primera vez, una webcam admite filtros roscados como un CPL (adiós reflejos en gafas y pantallas), un Black Mist (piel más suave y luces con halo cinematográfico) o filtros starburst (destellos creativos). Este gesto, sencillo en apariencia, abre un mundo de acabados “in-camera” sin necesidad de posprocesado, y convierte a Facecam 4K en la webcam más “cinematográfica” del momento.

Control tipo DSLR: exposición manual, LUTs, PTZ y efectos por software

Elgato acompaña la cámara con Camera Hub, un software maduro que da control manual de obturador, ISO y balance de blancos, además de pan/tilt/zoom digital (PTZ) estable y LUTs para aplicar looks creativos al vuelo. Si trabajas con GPU NVIDIA, se suman efectos de fondo por IA y seguimiento facial (RTX). La experiencia recuerda a “setear” una cámara sin espejo, pero con la inmediatez de una webcam plug-and-play. Y para rematar, la memoria interna guarda tus ajustes en la propia cámara: conectas en otro equipo y sigues exactamente con la misma imagen.

Rendimiento en baja luz: limpio y controlado para un sensor de webcam

Aunque su apertura f/4.0 no es tan luminosa como la de una cámara con óptica intercambiable, Facecam 4K compensa con procesado de ruido 2D/3D, exposición manual precisa y un sensor moderno que gestiona sombras con solvencia para su tamaño. Con una luz frontal tipo Key Light o un aro LED sencillo, la cámara produce pieles limpias, sin parpadeos ni artefactos extraños. Si necesitas más “cremosidad” en highlights y transiciones, un difusor de 49 mm hace magia sin tocar el ISO.

Conectividad y compatibilidad: USB-C 3.0, 4K60 y HDR sin sorpresas

La implementación es clara: USB-C con requisito de USB 3.0 para 4K60 y HDR; si trabajas con USB 2.0, la cámara baja la resolución máxima pero sigue siendo perfectamente utilizable. En el apartado de formatos, 4K60 se sirve en MJPEG, mientras que el vídeo sin comprimir (NV12/YUY2) llega hasta 4K30; a 1080p60 también tienes opciones sin compresión. Para quien produce en OBS, vMix o similar, esta transparencia en modos y formatos evita dolores de cabeza.

Ecosistema Elgato: lista para Prompter y hecha para convivir con Stream Deck

Otra ventaja poco visible pero crucial es cómo encaja en el ecosistema Elgato. Facecam 4K es compatible con Prompter (incluida una placa trasera que perfila un ajuste integrado) y se vende en bundles junto a Stream Deck + o Master Mount L, pensados para montar un miniestudio sin fricción. Si ya usas Stream Deck, puedes mapear escenas, LUTs o perfiles de Camera Hub y cambiar el look con un toque. Es velocidad operativa pura.

Precio y posición en el mercado: 4K60 “para todos”

Con un precio de 199,99 euros, la Facecam 4K democratiza la fluidez a 60 fps en 4K que antes estaba reservada a modelos más caros. Frente a su hermana Facecam Pro (que sigue en catálogo como opción “seria pro” con autofoco y óptica f/2.0), la nueva Facecam 4K ofrece prácticamente el mismo “look de estudio” y la gran novedad de los filtros, por bastante menos dinero. En un mercado donde gran parte de las 4K siguen ancladas en 30 fps, esta propuesta es difícil de batir por relación calidad/precio/fluidez.

¿Para quién es?

Si haces streaming, grabas píldoras en YouTube, impartes clases online o quieres que tus videollamadas luzcan con una suavidad y microdetalle impropios de una webcam, Facecam 4K es un acierto inmediato. En estudios con iluminación controlada, rinde excelente; en setups modestos, el HDR a 4K30 y los filtros de 49 mm ayudan a pulir el acabado con muy poco esfuerzo. Y si ya estás en el ecosistema Elgato, la integración con Camera Hub, Stream Deck y Prompter refuerza esa sensación de sistema cohesionado en el que cada pieza suma.

Nuestro veredicto: sobresaliente por innovación, control y valor

Elgato Facecam 4K no es otra webcam más con cifras de marketing: es una herramienta de imagen que se siente de cámara grande por fluidez, control y opciones creativas, y que por precio abre la puerta a un estándar que, sinceramente, tardaba en llegar a la mesa del creador. Entre su 4K60, el HDR bien implementado, el soporte nativo para filtros y un software que acompaña, hablamos de una compra redonda para 2025. Si alguien me preguntara cuál comprar, la respuesta sería sencilla: esta es la mejor opción.