Grease, el musical que se rejuvenece en su vuelta a Madrid
Hace algunas fechas tuve la ocasión de disfrutar de ‘Grease, El Musical’ en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid y quedé absolutamente satisfecho. Coincidiendo con los cincuenta años de su estreno original en Chicago (1971), la reconocida compañía teatral ‘SOM’ produce una nueva versión que, desde mi punto de vista, es una de las mejores que se han hecho.
David Serrano ha sido el encargado de dirigir esta adaptación en la que ha acertado de lleno. Un montaje muy juvenil que ha dado un soplo de aire fresco a un clásico, adaptándolo a la actualidad, pero manteniendo toda la esencia del Grease original, tanto de Chicago y Broadway, como de Hollywood. Una producción impecable en todos los sentidos.
El elenco
Sin ninguna duda, uno de los grandes aciertos de la producción ha sido el elenco que la conforma. Artistas muy jóvenes (entre 16 y 21 años) que dan al montaje una frescura, energía y realismo más que notables, y que aportan una verdad a los personajes que supone una seña de identidad con respecto a otras adaptaciones que se han hecho, no solo en nuestro país, sino en todo el mundo.
Pese a su corta edad, su talento en las tablas es más que visible. Y es que todos ellos han recibido una amplia formación artística desde una temprana edad, compaginada con la participación en musicales de primer nivel en nuestro país como ‘Sonrisas y Lágrimas’ o ‘Billy Elliot’. Además, han trabajado durante aproximadamente dos años, un período que se vio extendido por el confinamiento, en la escuela de musicales de SOM, la compañía que produce el espectáculo, donde han recibido clases de canto, baile, acrobacias, rock o claqué para llegar al nivel que exige el musical.
Entre estos más de treinta jóvenes actores y bailarines que cada día nos narran las peripecias de los alumnos del Instituto Rydell, se encuentran Quique González, quien interpreta a Danny Zuko aportando al personaje un carácter mucho más afable, sin dejar atrás, por supuesto, su chulería característica, y con un toque de humor en su justa proporción; Lucía Pemán, quien ha conseguido transmitir a una Sandy mucho más empoderada y adaptada a los nuevos tiempos; Victor Massán, aportando una gran vitalidad a la función bajo el papel de Vince Fontaine; una fabulosa Isabel Pera en el papel, para mí, más difícil de la obra; y un largo elenco de jóvenes profesionales (Isabel Pera, Jan Buxaderas, Sònia Vallverdú, Lucas Miramón, Elisa Hipólito, Pau Gimeno, Víctor Massan, Paula Domínguez, Samuel Gómez, Rocío Serrato, Nerea González, Mia Ladner, Ana de Alva, Alba Samitier, Carmen Bravo, Leire García, Sara González, Celia García, Pablo Bravo, Sergi Boix, Diego Rey, Daniel Mena, Christian Velert, Arturo Fajardo, Jan Gálvez, Alicia Santos, Miguel Millán, Óscar Pérez, Mario Hornero y Álvaro Sanchís) que derrochan un enorme talento en todas las disciplinas que requiere el musical, llevándolo al siguiente nivel.
La escenografía
Por otro lado, Ricardo Sánchez Cuesta ha creado una puesta en escena muy innovadora y totalmente idónea, ni excesivamente ostentosa, ni tampoco minimalista. Desde mi punto de vista, el punto justo para narrar la historia y, por cierto, con un colorido fantástico que genera una ambientación muy festiva en el escenario.
Coreografías originales
Las coreografías corren a cargo de Toni Espinosa, quien ha apostado por innovar, dejando de lado las ya tan conocidas de la película, y llevando a cabo una creación propia, inspirándose en las versiones originales tan solo en puntos muy concretos, lo que le aporta al montaje un soplo de aire fresco.
Un vestuario vanguardista, pero respetando los trajes más míticos
El vestuario, coordinado por Ana Llena, es muy alegre y llamativo, con una estética de los 50 similar a la que encontramos en la película, sobre todo en los trajes más característicos, como el que porta Sandy en la escena de “You are the one that I want”, pero confeccionando nuevos modelos en los que creo que se ha apostado por colores más llamativos, tal y como podemos apreciar en el “Greased Lightning”.
En definitiva, una gran adapación de Grease y, sin duda, uno de los mejores montajes teatrales que Madrid ha tenido en los últimos años. Un espectáculo con mayúsculas que no puedes perderte y que podrá disfrutarse hasta mayo de 2022 en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid.