Sánchez pospone la foto con Puigdemont… pero puede ser la ficha que necesite para salvar los Presupuestos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido aplazar el esperado encuentro público con el expresidente catalán Carles Puigdemont. Una imagen que, aunque polémica, podría ser la pieza decisiva para garantizar la aprobación de los próximos Presupuestos Generales del Estado.

Un movimiento calculado en plena tensión política

Fuentes de Moncloa confirman que la foto (prevista inicialmente para este verano) se pospone por “cuestiones de agenda”, pero no se descarta que se produzca antes de la votación de las cuentas públicas.
La relación entre PSOE y Junts sigue marcada por la negociación constante, y este gesto visual podría convertirse en un símbolo de compromiso que desbloquee apoyos en el Congreso.

Por qué la imagen es tan importante para los Presupuestos

La aritmética parlamentaria deja a Sánchez en una posición delicada: necesita el respaldo de las fuerzas independentistas para aprobar los Presupuestos.
En este escenario, una foto con Puigdemont tendría un valor político y mediático enorme, no solo como gesto de acercamiento, sino como mensaje a las bases de Junts de que el diálogo avanza.

El riesgo de un paso en falso

Retrasar la imagen permite bajar la tensión mediática y evitar críticas inmediatas de la oposición, que ya ha advertido que un encuentro así sería una “cesión” inaceptable.
Sin embargo, el aplazamiento también puede ser interpretado como falta de firmeza en el compromiso con la agenda catalana, algo que Puigdemont podría aprovechar en la negociación.

Puigdemont, entre Bruselas y la influencia en Madrid

El expresidente catalán, actualmente en Bruselas, mantiene un papel activo en la política española. Aunque lejos físicamente, su capacidad para condicionar votaciones clave es incuestionable.
Para Junts, una imagen conjunta serviría como reafirmación del pacto político con el PSOE y como un mensaje de normalización de relaciones tras años de desencuentro.