Cuando una serie lleva más de 35 años en antena, cada cambio permanente se convierte en un acontecimiento digno de análisis. Los Simpson, esa creación inmortal de Matt Groening, nos ha acostumbrado a que sus personajes sobrevivan a todo tipo de situaciones absurdas, pero incluso en Springfield hay finales que llegan para quedarse.
El pasado domingo marcó un punto de inflexión para los habitantes de Springfield. Alice Glick, la organista de la Primera Iglesia que llevaba 34 años acompañando musicalmente a la comunidad, exhaló su último aliento precisamente sobre el teclado que tantas melodías había interpretado. El episodio “Sashes to Sashes” mostraba así una despedida cargada de simbolismo para este personaje secundario pero querido.
Lo curioso es que esta no era la primera vez que Alice enfrentaba la muerte. En la temporada 22 ya había “fallecido” víctima de una mascota robótica, aunque luego reaparecía como fantasma o simplemente como si nada hubiera pasado. Esta vez, según confirma el productor ejecutivo Tim Long en declaraciones a TVLine, el adiós es definitivo: “Está muerta y enterrada”.
Alice Glick hizo su debut en 1991 como esa anciana “adorable” que martirizó a Bart Simpson cuando el niño intentaba conseguir dinero para comprar el primer número de Radioactivo Man. Desde entonces, se había convertido en un rostro familiar, siempre presente en los momentos musicales de la iglesia springfieldiana.
Los Simpson tienen una relación peculiar con la continuidad. A veces los guionistas deciden respetar eventos pasados y otras veces los ignoran por completo. Las múltiples versiones sobre cómo Homer y Marge se conocieron son el ejemplo perfecto de esta flexibilidad narrativa. Por eso, cuando un cambio se anuncia como permanente, la noticia adquiere especial relevancia entre los fans.
La serie ha demostrado que puede despedir personajes de forma emotiva cuando lo considera necesario. La muerte de Maude Flanders marcó un antes y después en cómo la serie abordaba las despedidas definitivas. Ahora, con Alice Glick, confirman que cuando deciden que un personaje ha llegado a su fin, no hay vuelta atrás.
Mientras Springfield pierde a su organista, la serie prepara nuevas incorporaciones para la temporada que pronto llegará a Disney+ España. El ciclo de vida en la ciudad animada continúa, demostrando que incluso después de tres décadas y media, todavía hay espacio para sorpresas y despedidas emocionales.
Redactor de ActualTV especializado en redes sociales. Interesado en el nuevo modo de comunicación digital.
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