HBO Max: la plataforma que prometía liderar el streaming y hoy decepciona sin matices

Cuando HBO Max aterrizó en España, lo hizo envuelto en una narrativa de ambición. La marca heredaba el prestigio de una cadena histórica, sinónimo de calidad y riesgo creativo, y prometía convertirse en una de las principales referencias del streaming en Europa. Cuatro años después, la realidad es muy distinta: HBO Max ha perdido tracción, ha difuminado su identidad y, lo que es más grave, ha dejado de ser relevante tanto en conversación cultural como en experiencia de usuario.

De promesa premium a catálogo de segunda

Durante años, “ver algo de HBO” era garantía de excelencia. Hoy, esa asociación prácticamente ha desaparecido. HBO Max ha pasado a ser una plataforma que ni lidera los estrenos del mes, ni marca tendencias, ni ofrece un entorno competitivo. Su catálogo parece cada vez más disperso, errático y falto de curaduría. No hay una línea editorial clara, ni en sus apuestas de ficción internacional, ni en la ya inexistente inversión en contenido original español.

Mientras Netflix, Disney+ o Apple TV+ presentan lanzamientos con fuerza narrativa, presencia mediática y repercusión global, HBO Max se diluye entre comedias genéricas sin impacto, secuelas olvidables y un archivo que no termina de renovarse.

Una experiencia de usuario anclada en el pasado

Más allá del contenido, el verdadero talón de Aquiles de la plataforma es su aplicación. La experiencia de usuario en HBO Max continúa siendo, en pleno 2025, una de las menos pulidas del mercado. El buscador no funciona con precisión, las recomendaciones no se adaptan a los hábitos de visionado, y la aplicación en televisores inteligentes presenta una interfaz lenta, poco intuitiva y desfasada.

Todo esto, en un ecosistema en el que la usabilidad y la rapidez marcan la diferencia entre fidelizar y perder al espectador, resulta difícil de justificar.

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Subidas de precio sin valor añadido

En un movimiento difícil de comprender, HBO Max ha incrementado sus tarifas en varios mercados europeos sin que ese cambio venga acompañado de mejoras visibles. La pregunta que muchos suscriptores formulan es simple: ¿por qué pagar más por una plataforma que ofrece menos?

Ni el catálogo compite en cantidad ni en frescura con otras plataformas, ni las funcionalidades técnicas justifican el coste. Tampoco se han implementado mejoras sustanciales en la app ni se han anunciado nuevas producciones relevantes. La percepción general es que la plataforma se está quedando atrás.

España, fuera del radar creativo

Uno de los errores más graves ha sido desmantelar la apuesta por la producción original española. Lo que en su día permitió que títulos como Patria abrieran camino, hoy se encuentra completamente paralizado. No hay nuevos títulos en marcha, no hay nombres locales asociados a la marca, y no hay rastro de HBO Max en festivales nacionales ni en galardones del sector audiovisual.

El contraste con plataformas como Movistar Plus+, Prime Video o Netflix, que han consolidado su apuesta por el contenido nacional, es cada vez más notorio.

Pérdida de identidad

Pero quizá el problema más profundo no es el catálogo ni la interfaz, sino la ausencia total de propósito. HBO Max ha dejado de tener una personalidad reconocible. No se sabe si quiere ser una plataforma generalista, una boutique de contenido selecto o simplemente un contenedor de archivo de Warner Bros. Discovery. Esa ambigüedad la ha convertido en una plataforma prescindible.

Y cuando un servicio deja de ser imprescindible (cuando no es ni la primera ni la segunda opción del usuario), el camino hacia la cancelación es solo cuestión de tiempo.

Una llamada a la reflexión

La situación de HBO Max debería ser motivo de análisis dentro del propio grupo Warner Bros. Discovery. No por una cuestión reputacional (que también), sino porque el mercado del streaming ya no tolera proyectos sin foco. O se ofrece contenido diferencial o se está fuera del juego.

En los próximos meses, HBO Max necesitará mucho más que nuevas temporadas o rebranding: necesita dirección, compromiso local y una estrategia que recupere la confianza del espectador.

Si no lo hace, es muy posible que la marca que en su día transformó la televisión acabe siendo recordada, irónicamente, como una más.

Periodista. Escribo sobre las novedades de las series y programas de televisión y plataformas de vídeo en streaming. He trabajado en distintas revistas y periódicos digitales de España.

Pedro Fuentes

Periodista. Escribo sobre las novedades de las series y programas de televisión y plataformas de vídeo en streaming. He trabajado en distintas revistas y periódicos digitales de España.