
El cine de terror ha perdido a una de sus figuras más icónicas con el fallecimiento de Tony Todd, quien protagonizó su última aparición en la pantalla grande con *Destino final: Lazos de sangre*, la sexta entrega de la franquicia que ha marcado a una generación. La película no solo ha superado todas las expectativas en taquilla, sino que también ha logrado emocionar a los seguidores con una trama profundamente personal y llena de simbolismos.
Tony Todd, conocido mundialmente por su papel como Candyman, regresó una vez más para interpretar al forense William Bludworth, un personaje recurrente en la saga. Su presencia en esta nueva entrega no solo aporta continuidad a la historia, sino que también sirvió como su despedida definitiva del cine. Todd falleció en noviembre de 2024 a los 69 años debido a un cáncer, dejando un legado imborrable en el género del terror.
En una entrevista durante la premier en Los Ángeles, el productor Craig Perry compartió detalles emocionantes sobre el último monólogo de Bludworth. “Los directores, Zach Lipovsky y Adam Stein, le dieron a Tony la libertad de improvisar sus líneas finales. Le pidieron que hablara directamente a los fans, aquellos que lo han apoyado durante décadas”, explicó Perry. El resultado fue un mensaje conmovedor: “Yo pretendo disfrutar el tiempo que me queda. Y os sugiero hacer lo mismo. La vida es muy valiosa. Disfrutad cada segundo. Nunca se sabe cuándo… Buena suerte”.
La franquicia de *Destino final* ha sido uno de los proyectos más destacados en la carrera de Todd. Aunque no apareció físicamente en la tercera entrega (solo participó como actor de voz) y estuvo ausente en la cuarta, su papel como Bludworth siempre fue un elemento clave en la narrativa de la saga. En *Lazos de sangre*, su personaje se convierte en un puente entre el pasado y el presente, mientras ayuda a una familia marcada por el trauma a enfrentarse a la Muerte.
Perry describió el momento de la grabación de esa escena como “mágico”. “Fue un instante auténtico, emotivo, en el que Tony hablaba directamente a la cámara, a su público. Fue algo que todos los presentes recordaremos para siempre”, agregó.
Tony Todd no solo fue un rostro habitual en el cine de terror, sino también un actor versátil que brilló en múltiples géneros. Con más de 250 créditos en su filmografía, participó en películas como *Platoon* y *El Cuervo*, series como *24* y *Angel*, y prestó su voz a numerosos proyectos de animación y videojuegos. Sin embargo, fue su papel como Candyman el que lo consagró como una leyenda.
En la película de 1992, Todd encarnó a Daniel Robitaille, un espíritu vengativo que se convirtió en uno de los villanos más memorables del terror. Su interpretación no solo se destacó por su intensidad y magnetismo, sino también por su carga social, ya que el personaje representaba las cicatrices históricas del racismo y la violencia. Este papel lo convirtió en un ícono del género y le permitió seguir explorando el horror en proyectos como *Destino final*.
Con *Lazos de sangre*, Tony Todd cierra un capítulo importante de su carrera, pero su legado permanecerá vivo en el corazón de los fans. Su interpretación final fue un regalo no solo para los seguidores de la franquicia, sino para todos aquellos que lo admiraron como actor y como persona. Como dijo Bludworth en su última escena: “La vida es muy valiosa. Disfrutad cada segundo”. Y Tony Todd supo vivir cada segundo de la suya dejando una marca imborrable en el cine.
Periodista. Escribo sobre las novedades de las series y programas de televisión y plataformas de vídeo en streaming. He trabajado en distintas revistas y periódicos digitales de España.
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