George R.R. Martin gana primera batalla legal contra OpenAI: acusan a ChatGPT de usar ‘Juego de Tronos’ sin permiso
El mundo literario está siendo sacudido por una batalla legal que busca redefinir la relación entre creatividad humana y tecnología avanzada. Un tribunal federal en Nueva York ha posibilitado que la demanda colectiva de autores contra OpenAI, encabezada por George R.R. Martin, continúe avanzando tras rechazar la petición de la empresa de archivar el caso.
Lo curioso de este proceso judicial es cómo la máquina responde con fragmentos casi identicos a la obra original del creador de ‘Juego de Tronos’. Sidney Stein, el magistrado encargado, ha identificado que los textos producidos por ChatGPT pueden adquirir tal grado de similitud que deberían considerarse como vulneraciones de propiedad intelectual.
El caso legal despliega tres líneas argumentales bien diferenciadas: empleo de obras protegidas para el aprendizaje automatizado, adquisición no autorizada de libros y elaboración de contenido derivado mediante el chatbot. Según documentos judiciales, la descarga inicial de material ya representa una infracción independientemente de su aplicación posterior en algoritmos.
Repercusiones legales entre escritura y algoritmos
Las pruebas exhibidas ante el tribunal resultan especialmente reveladoras. Entre los materiales presentados hay ejemplos concretos de inteligencia artificial reproduciendo escenarios de la saga literaria, como encuentros entre la Guardia de la Noche y seres míticos. El juez determinó que estos contenidos podrían calificarse como suficientemente paralelos al material fuente para constituir violación de derechos.
Este avance procesal representa un triunfo significativo para los creadores, según publicaciones especializadas. La estrategia jurídica permite mantener separadas las distintas teorías de infracción, lo que podría multiplicar las indemnizaciones hasta alcanzar los 150.000 dólares por obra individual en situaciones de vulneración deliberada.
Resulta interesante observar cómo este litigio guarda paralelismos con demandas anteriores contra otras compañías tecnológicas, como el caso de Anthropic mencionado por la prensa especializada. La negativa judicial a desestimar la causa impulsa el proceso hacia una fase de juicio sumario determinante que filtrará qué pretensiones llegarán finalmente ante un tribunal.
La comunidad creativa internacional observa con atención un proceso que podría establecer jurisprudencia sobre el empleo de material protegido en sistemas de aprendizaje automático. Por el momento, el fallo judicial constituye un contratiempo considerable para OpenAI, que enfrenta una presión creciente por parte de diversos sectores artísticos.
En esencia, la resolución judicial admite tres vertientes de posible transgresión legal: capacitación algorítmica con obras protegidas, obtención irregular de materiales y similitud sustancial en resultados generados. Los textos producidos sobre el universo de Martin podrían catalogarse como obras derivadas, reconfigurando los parámetros del uso legítimo en la era de la inteligencia artificial.

Periodista. Escribo sobre las novedades de las series y programas de televisión y plataformas de vídeo en streaming. He trabajado en distintas revistas y periódicos digitales de España.

